Papá, mamá: ¡cuida mi infancia!
El niño debe sentirse seguro, libre y feliz para crecer sano y aprender

Renilde Montessori Xaltepec twitter
Cuando somos padres, cada decisión que tomamos afecta a nuestros hijos. Podemos decidir ir más rápido o más lento en el carro. Podemos decidir comprar galletas o fruta. También decidimos dejar el celular o verlo 5 minutos más. Todas esas pequeñas acciones repercuten para bien o para mal en nuestros hijos.
Y dentro de esas pequeñas e invisibles decisiones está el colegio al que irá. Porque no se trata de qué tan lejos esté o si es aprobado por nuestras amigas. Se trata de cómo es que nuestros hijos se acercarán al mundo del conocimiento. Se trata de sus habilidades, de su integridad, de su pasión innata. Porque todo ello se trastoca al entrar a un colegio.
Si es un colegio tradicional, seguramente perderá las ganas de aprender, de curiosear. Incluso puede perder su autoestima y sus valores. Porque la escuela tradicional, a pesar de que lleva generaciones existiendo, no se ha reformado. Es un sistema cómodo para los adultos, pero no para el niño.
El niño debe sentirse seguro, libre y feliz para crecer sano y aprender. Pero si le dicen cómo debe vestir, cuándo debe moverse y cuándo puede hacer amigos, su inquietud se rompe. Por esta razón es que hay tantos desertores en la educación. El problema no está en las familias, el problema está en el sistema educativo, en los maestros.
Pero tú, papá, mamá, tienes en tus manos la decisión del futuro de tu hijo. Puedes optar por lo que ya conoces, o bien, puedes aportar por una mejora. La filosofía Montessori respeta a los niños. Además, te apoya a ti para que puedas ofrecerle a tu hijo una educación integral. Y sobre todo, protege la inocencia y la chispa de alegría de los niños, de tus niños.
Papá, mamá, ¿qué es lo que quieres para tu hijo?